01. La Conejita y el Oso.
¿Qué tiene que hacer un pobre oso cuando lo único que quiere es un pastel dulce de conejo? Osos y conejos no se supone que se mezclen, o eso es lo que sigue diciéndose Chase a sí mismo cuando su esponjosa vecina nueva no se queda fuera de sus asuntos ni de su mente.
Sin embargo, cuanto más conoce a su demasiado alegre vecina, más ansía tenerla desnuda en sus manos, con su deseo peor que su adicción a la miel y al pastel. Miranda está en una misión con la Coalición Unida de Peludos, y eso incluye en secreto al malhumorado y estirado oso.
Mantener la concentración en el trabajo no es fácil cuando lo único en lo que puede pensar es en cambiar su ceño completamente, una tarea difícil cuando